Los adolescentes pasan de la televisión. Ni la llegada de la TDT que ha multiplicado el número de canales de televisión ha conseguido fidelizar al target de audiencia más difícil de contentar. El motivo de este desapego tiene una causa objetiva: la ausencia de contenidos específicos para ellos. Justo lo contrario que ocurre con los niños, que han encontrado en la TDT la oferta que les han denegado durante años las cadenas generalistas. Otra cuestión es sí esos contenidos son los más adecuados.
Para despejar algunas de las dudas que se plantean en la relación medios/niños, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios(iCmedia) ha organizado una jornada de debate bajo el explícito título de '¿Se identifica la infancia con los modelos que proponen los medios?', en la que han participado profesionales vinculados al mundo de la televisión (cadenas y productoras) y a la docencia.
Todos ellos han remarcado la necesidad de formar el criterio de la infancia en un panorama donde la oferta de contenidos aumenta a diario y donde la multiplicación de soportes se caracteriza cada vez más por su fácil acceso.
Loreto Corredoira, profesora titular de Derecho de la Información de la facultada de CCII de la Universidad Complutense de Madrid y directora del canal Teleclip.Tv considera que hay que abrir el mundo de la televisión a los niños y adolescentes y que a través de la formación sean ellos 'los que hagan sus propios programas, que aprendan a crear su propios reportajes, a comunicar ideas complejas en sus clips".
Correidora basa su argumentación en los buenos resultador obtenidos con más de 450 adolescentes en España, Perú, Italia y EEUU. Y subraya que la mayor creatividad en contenidos se da entre "los alumnos procedentes de los barrios más marginales de las grandes ciudades".
El modelo unidireccional con los adolescentes no funciona, en cambio el multidireccional abre oportunidades. Esta es la tesis que sostiene Yago Fandiño, subdirector de la web de contenidos infantiles de RTVE. "Antes los niños iban a clase y todos hablaban de lo que habían visto en televisión. Hoy, eso ya no ocurre, porque el consumo audiovisual se produce en diferentes pantallas y cada uno elige su programa favorito. ".
Para Fandiño el momento actual en el que los medios audiovisuales se hibridan y se combinan es cuando más cuidado hay que tener con los contenidos. "Desde TVE desgregamos los contenidos para que cada audiencia tenga la oferta indicada para su edad" e incide en proponer una oferta que fomente valores y que muestre modelos que sirvan de referencia a niños y adolescentes: desde Gasol a Nadal pasando por Ana Pastor o Eduardo Punset.
"Con la profusión de consolas, ordenadores, móviles, tabletas... cada día los niños acceden a contenidos que están diseñados para un target mayor y este es un dato que debe obligarnos a reflexionar", apunta Fernando Barrenechea, responsable de márketing de Zinkia, productora de 'Pocoyó'.
"Los padres tienden a pensar que los niños tienen menos criterio del que tienen. Cuando lanzamos 'Lets go Pocoyó', preguntamos a los padres. Ellos creyeron que los niños no lo verían en inglés y el hecho es que los niños lo ven tanto en inglés como en español".
Si el perfil y los gustos de la audiencia de menor edad están bastante definidos, no ocurre así con los adolescentes. "Los medios no se están adaptando a la realidad que están pidiendo los adolescentes", subraya Barrenechea. Para este profesional, la animación se les queda corta y las series de jóvenes, que consumen con fruición, tienen unos argumentos (códigos de valores, de comportamientos...) inapropiados para su edad.
Fandiño, Corredoira y Barrenechea coinciden en señalar la alfabetización digital para niños y adultos como herramienta clave para desenvolverse con independencia, seguridad y criterio en esta marasma de canales (pantallas) y ante al aumento de la oferta de formatos audiovisuales.
Arturo Canalda, defensor del Menor de la Comunida de Madrid, aboga a la "responsabilidad compartida" entre padres, programadores, legisladores, cadenas y la sociedad; y subraya que "el horario de protección no es suficiente".
"Llevamos mucho tiempo insistiendo en que todos tenemos una responsabilidad compartida, no sólo los que crean contenidos. Cualquier elemento de control es un reto adicional", concluye Canalda
FUENTE EL MUNDO 12/04/11
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