martes, 12 de abril de 2011

1.350 embarazadas, en peligro en el mayor campo de desplazados marfileño


Save the Children ha alertado de que la violencia en Costa de Marfil, que ha desplazado a 500.000 niños de sus casas y ha dejado sin educación a 1.000.000, está obligando a las embarazadas a dar a luz en pésimas condiciones, poniendo sus vidas en peligro y las de cientos de recién nacidos.
La ONG estima que al menos 1.350 embarazadas y mujeres lactantes viven hacinadas, en condiciones antihigiénicas, en el campo de desplazados más grande de Costa de Marfil, en Duekoué.
El agua potable está muy limitada y las mujeres apenas tienen la suficiente para lavar a sus bebés después del parto, disparando el riesgo de infecciones. Las mujeres que consiguen ayuda médica para dar a luz en el campamento, lo hacen en un espacio mínimo, con muy poca intimidad –sólo una fina cortina las separa de la sala de espera-. Sin embargo, muchas otras dan a luz solas, sin ayuda profesional, poniendo sus vidas y las de sus bebés en grave peligro, cuenta la organización.
La ayuda a las embarazadas y a los recién nacidos es muy escasa en el campamento, que sólo cuenta con tres matronas. Trabajan con una cantidad muy elevada de pacientes y escaso material estéril, como guantes o tijeras. Además no hay ambulancias ni equipos de emergencia disponibles si algo va mal en el parto y, aunque el hospital está abierto, los trabajadores no se atreven a salir de sus casas y no van a trabajar.
"Las madres están dando a luz en pésimas condiciones de higiene, lejos de su casa y de su familia. Nos tememos que muchas no busquen ayuda y estén dando a luz solas. Un parto en esas condiciones puede provocar infecciones mortales tanto para la madre como para el bebé", explica Guy Cave, el director de Save the Children en Costa de Marfil.

Ni alimento ni medicinas

La falta de alimento empeora además las condiciones de vida de las madres y los bebés. Muchas embarazadas no están comiendo lo suficiente para poder dar leche materna a sus bebés, dejándoles vulnerables a enfermedades infecciosas o diarreas, y poniendo en peligro sus propias vidas.
"Duermo al aire libre con mis gemelos, en el suelo y sin mosquitera. Estoy muy preocupada. No tengo suficiente dinero para comprar alimentos y a veces no puedo comer. Tengo miedo de que mis bebés enfermen", cuenta Odile, de 30 años, que dio a luz en el campamento tras caminar 18 kilómetros huyendo de la violencia.
Según Save the Children, se está poniendo en marcha un programa de formación de matronas y trabajará en clínicas para asegurar que las madres y sus bebés reciban el mejor cuidado. La ONG de infancia trabaja de cerca con otras organizaciones para asegurar el abastecimiento de medicinas y equipamiento técnico al campamento y el hospital, especialmente para los partos más complicados. Además ha repartido alimento a 22.000 personas del campamento, intentando que las embarazadas coman más de una vez al día y está distribuyendo kits para recién nacidos, que incluyen pañales, jabón, sábanas o toallas.
Para emergencias humanitarias como ésta, Save the Children tiene abierto un fondo de emergencias en el número 0049-1837-58-2910344142 del Banco Santander.
FUENTE: EL MUNDO 12/04/11

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