jueves, 24 de febrero de 2011

UNA FAMILIA DE 181 PERSONAS


Parece ser, a falta del recuento definitivo en la familia Ruiz-Mateos, que la de Chana es la familia más grande del mundo. De lo que no cabe duda es de que ninguna otra familia tan grande vive bajo el mismo techo, según leo en la prensa británica, fuente y catarata de muchas de las cosas que hago.

Todos viven juntitos en una mansión de cien habitaciones de Baktwang, una localidad india del estado de Mizoram. Pensaréis, “¡qué bien! Más de una habitación por cada dos personas. Pues no. En ese edificio de cuatro plantas las esposas duermen juntas en gigantescos dormitorios comunales.

Aunque parezca difícil, dicen que se organizan bien. La esposa más antigua (quién sabe si es también la más vieja) organiza las tareas como si eso fuera un cuadrante vacacional de una multinacional y a la hora de comer se las apañan.

Una cena cualquiera se salda con sólo 30 pollos, 60 kilos de patatas hervidas y 100 kilos de arroz. Demasiado me parece, pero bueno, mejor que no escatimen gastos. Porque sí, comen juntos. Las esposas se turnan en la cocina y las hijas limpian la casa y lavan. Los hombres, cómo no, trabajan fuera. Lo que es el siglo XXI, vamos.

En sus buenos tiempos, Ziona, que por supuesto duerme solo en una cama de matrimonio (nada machista, como veis), se llegó a casar con diez mujeres en un año.

¿Cómo? ¿Que queréis saber cómo organiza el tema amatorio? Pues aunque no hay un relato detallado (y yo se lo agradezco), dicen que mantiene a las esposas más jóvenes cerca de su dormitorio, mientras que las más viejas viven más lejos, aunque como es un tipo solidario (¡puagg!) hay un sistema de rotación, como si en vez de apellidarse Chana se apellidara Mourinho y en lugar de acostarse con sus esposas tuviera que jugar una liga.

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